Por Juan Tomás Valenzuela
El nombramiento a Susana
de viceministra nuclear,
nos coloca en el lugar
de potencia miliciana.
Ni la resistencia afgana,
ni el tajalán de Corea,
tiene una farisea
cómo esta viceministra,
que sin saber ná, administra
la acidez de la diarrea.
La misión del ministerio
que dirige esta bocina,
es colocar a Medina
a la par con el imperio.
Aunque no tiene criterio,
ni capacidad pa’l cargo
ella tiene, sin embargo,
suficientes “atributos”,
para que este ungido puto
la ponga de sobrecargo.
Si usted comió, por deseo,
Choco Rica con repollo,
Susana revisa el hoyo
por donde salen los peos.
Si acaso le dió mareo
la boquera de Peralta,
tan solo envíele una carta
a esta experta nuclear,
porque ella se va a encargar
de subsanar cualquier falta.
El transporte de la ñeca
para un análisis clínico,
necesita el visto cínico
de esta abogadita chueca.
La indigestión con arepa,
el mal olor en los pies,
ese tufo a cabaret
que tiene Sonia Mateo,
serán parte del chequeo
de esta aprendiz de burgués.
El bandido de Isa Conde,
que es Ministro de Energía,
posicionó a esta ruyía
sin saber cuándo ni dónde.
Pero lo que corresponde
que se haga con esta gente,
no es hacerle un expediente
por desfalco o corrupción,
es meterla a un callejón
y arrancarles tó los dientes.
Juan de los Palotes
9 noviembre 2018